¿Quieres mejorar la eficiencia energética de tu vivienda? Atento, porque te explicamos en qué consiste la calificación energética, cuáles son los beneficios de contar con un hogar eficiente y, por supuesto, cómo puedes conseguirlo.
¿Qué es la calificación energética de una vivienda?
En una vivienda, la calificación energética evalúa el nivel de eficiencia del inmueble en función de su consumo de energía. Esta se refleja en un documento, el Certificado de Eficiencia Energética, a través de una escala de letras que va desde la A (máximo grado) hasta la G (menor grado).
Así, aquellos con una calificación de A, B o C son los más eficientes y, por tanto, los que tienen un gasto energético inferior a la media. Por otro lado, los situados en las letras D, E, F y G cuentan con un consumo elevado, por lo que es necesario tomar medidas para reducirlo.
Eficiencia energética en el hogar, ¿qué ventajas ofrece?
Disponer de una vivienda eficiente a nivel energético ofrece grandes beneficios. Entre los principales, destacan los siguientes:
- Ahorro de dinero. Una vivienda eficiente reduce el gasto en energía (calefacción, aire acondicionado…). Esto permite ahorrar dinero en las facturas de luz, agua o electricidad.
- Compromiso medioambiental. Disminuir el consumo energético también reduce las emisiones y la huella de carbono. Así, se trata de una medida que ayuda a cuidar el planeta.
- Durabilidad elevada. Realizar reformas de aislamiento acústico y térmico protege el hogar frente al deterioro ocasionado por el paso de los años. De esta manera, su calidad y durabilidad aumentan, manteniéndose en un estado óptimo durante más tiempo.
- Mayor comodidad. Los hogares eficientes proporcionan confort a sus inquilinos, ya que la temperatura en cada estancia es más agradable, no hay pérdidas o fugas de calor…
- Aumento del valor del inmueble. Reformar una vivienda para mejorar su eficiencia energética incrementa su valor en el mercado, convirtiéndose en un activo mucho más atractivo tanto para futuros compradores como arrendatarios.
- Beneficios fiscales. La rehabilitación de viviendas para mejorar su calificación energética puede verse beneficiada con diferentes subvenciones públicas o deducciones fiscales.
5 formas de mejorar la eficiencia energética de tu vivienda
Existen diferentes métodos para conseguir una mejora en la eficiencia energética de tu hogar y, a continuación, te mostramos los más eficaces.
Aislar la vivienda de manera adecuada
Los expertos afirman que el 65% de la energía en las viviendas se pierde si no cuentan con un buen aislamiento. Por ello, es fundamental revisar puertas, suelos y ventanas por si existiese algún espacio o grieta que favoreciese la dispersión del calor. Si lo hay, lo mejor será solucionarlo. Esta inversión garantizará un gran ahorro a medio y largo plazo.
- Ventanas. Lo ideal es apostar por aquellas de cierre hermético y doble cristal. Del mismo modo, deben permitir el paso de luz natural.
- Suelos. Es aconsejable contar con una base de aislante térmico o con un suelo de madera.
- Paredes. Conviene comprobar si el inmueble dispone de aislantes como paneles de fibra de madera, lana mineral, poliestireno o planchas EPS.
Sistema de calefacción eficaz y eficiente
¿Sabías que el 50% de la energía consumida en un hogar es para calentarla? Así se desprende de los datos ofrecidos por el Ministerio de Industria, Comercio y Turismo en colaboración con IDAE.
Por ello, además de contar con un buen aislamiento, será necesario moderar, dentro de lo posible, el uso del sistema de calefacción (radiadores, calderas, estufas…). Asimismo, si quieres conseguir una utilización más eficiente, deberás instalar termostatos programables, apagar la calefacción durante algunas horas de la noche o tratar de que su temperatura no pase de los 21º C ya que se gastará un 7 por ciento más de energía por cada grado que supere esta cifra.
Iluminación de bajo consumo
¿Otra forma para potenciar la eficiencia energética de tu vivienda? Aprovecha al máximo su luz natural y, cuando no sea suficiente, opta por bombillas de bajo consumo. En este sentido, también puede ser buena idea implementar un sistema domótico para encender y apagar tanto las luces como los aparatos eléctricos de la casa.
Reemplazar los electrodomésticos antiguos por modelos “eco”
Los electrodomésticos antiguos gastan más energía que los modernos. Así que, si te decides a renovarlos por modelos más actuales notarás un gran cambio en el consumo energético. Eso sí, antes de comprarlos, verifica su certificación y asegúrate de que se encuentran entre los más eficientes (etiqueta A o superior).
Lo mismo ocurre con los pequeños aparatos eléctricos, en cuyo caso, además de buscar la eficiencia, también deberás optimizar su uso. Por otro lado, es recomendable que mantengas los equipos electrónicos apagados por completo si quieres evitar el denominado “consumo fantasma”.
Reducción del consumo de agua
Una buena práctica para mejorar la eficiencia energética de tu vivienda consiste en disminuir el consumo de agua. Para ello, hay algunos trucos que puedes llevar a cabo como usar una cisterna de doble descarga o poner en marcha el lavavajillas y la lavadora solo cuando se encuentren al máximo de su capacidad. Además, también es posible utilizar reductores de caudal, gracias a los cuales el gasto podría reducirse a la mitad.
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